Desde el surgimiento de la penicilina y el inicio de la era de los antibióticos, la salud mundial obtuvo un importante aliado contra la lucha de enfermedades causadas por microorganismos patógenos (bacterias, virus, hongos y parásitos). Actualmente, existen decenas de antimicrobianos, entre antibióticos, antivirales, antimicóticos y antiparasitarios, cada uno de ellos con una especificidad definida para tratar alguna infección o enfermedad.

El éxito de los antimicrobianos a lo largo del tiempo, ha sido indiscutible; sin embargo, ¿qué pasa cuando su uso no solo se limita al ser humano, sino también se extiende a las plantas, animales y al agua?, adicional a ello, ¿qué consecuencias trae el uso indiscriminado, excesivo, indebido y fuera de indicación? Un reciente y claro ejemplo ha ocurrido durante la pandemia por COVID-19, en donde se evidenció que aparte de la prescripción de diferentes antimicrobianos sin bases científicas para contrarrestar los efectos del SARS-CoV2, se usaron de manera indiscriminada y en dosis, a veces excesiva, por toda la población para “prevenir” la enfermedad. Y claro, es posible que para la mayoría haya sido imperceptible la aparición de reacciones adversas, otros quizás sintieron alguna molestia, pero lo atribuyeron a otro factor; el problema radica en que las consecuencias no solo terminan en una molestia, sino también en algo más peligroso: una amenaza sanitaria llamada Resistencia a los Antimicrobianos (RAM).

¿Qué es la Resistencia a los Antimicrobianos (RAM)?

Es un fenómeno de mutación de microorganismos, que al verse expuestos a los antimicrobianos se vuelven resistentes, lo que compromete la efectividad de estos medicamentos al momento de tratar enfermedades.

¿Cuáles son las causas?

• Uso indebido y excesivo de antimicrobianos en seres humanos, animales y plantas.
• Prácticas de prescripción médica deficientes.
• Incumplimiento de tratamiento por parte de los pacientes.
• Falta de acceso al agua potable.

¿Cómo se conectan estas causas?

1. En el ser humano, el uso inadecuado de antimicrobianos genera microorganismos resistentes.
2. Estos microrganismos ingresan por el inodoro al agua.
3. Las aguas de los canales de desagüe muchas veces llegan al mar, contaminando a los peces y cuando llega a ríos y canales de acequias contamina a plantas y ganado que se alimenta de estas.
4. El estiércol del ganado expuesto a los microorganismos resistentes es usado como abono de las plantas.
5. Las plantas y carne del ganado expuestos a microorganismos llegan nuevamente al ser humano.

A este ciclo se le conoce como El ciclo de los microorganismos resistentes; en las etapas 3 y 4, plantas y animales, también son expuestos a antimicrobianos y mientras el microorganismo esté más expuesto a los antimicrobianos, más capacidad tiene de hacerse resistente, porque muta para sobrevivir, además es capaz de transmitir esa capacidad al resto de microorganismos.

¿El avance de la Resistencia a antimicrobianos debería preocuparnos?

Se estima que el 50% de los antibióticos a nivel mundial son prescritos, distribuidos o v

endidos de manera inapropiada, adicional a ello, se ha identificado que en el 80% de los países de América los antibióticos se pueden comprar sin necesidad de una prescripción médica, y el dato más importante: 700mil personas mueren cada año a causa de la resistencia a antimicrobianos. En efecto, debería preocuparnos, las consecuencias de la RAM no solo representan una importante carga en la salud de la población, sino también una importante carga económica para el país. Esto debido a costos elevados de tratamientos más complejos y el manejo de posibles complicaciones. A ello, agregar la pérdida de productividad por períodos de enfermedad o muerte prematura. De ahí la necesidad de buscar intervenciones efectivas y seguras de prevención y control de Resistencia a los antimicrobianos. Es por ello que, desde el 2015, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha impulsado la Semana Mundial de Concienciación sobre el uso de los Antibióticos, campaña que busca concientizar y fomentar las mejores prácticas entre el público en general, los trabajadores de la salud y los organismos encargados de formular políticas.

 Y, a nivel del Perú, ¿Cuáles son las estrategias de prevención?

Perú es parte del programa “Trabajando juntos para combatir la resistencia a los antimicrobianos”, una iniciativa guiada por la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la Organización Mundial de Salud Animal (OIE) y la Organización de las Naciones Unidad para la Alimentación y Agricultura (FAO), con una duración de cuatro años (2020-2023), este programa apoyará también a otros 6 países en la implementación de los Planes de Acción Nacionales para combatir la resistencia a los Antimicrobianos en todos los niveles sanitarios.

Finalmente, y a modo de recomendación, es necesario tener presente lo siguiente:

• La resistencia de los antimicrobianos no es solo un problema que afectará a los que toman el medicamento, cualquier persona puede contraer una infección con microorganismos resistentes a antimicrobianos.
• No se deben usar los antimicrobianos que sobraron de un tratamiento anterior, cada persona y cada tratamiento es diferente.
• Los antibióticos “caros” no son necesariamente los mejores, los antimicrobianos tradicionales aún tienen utilidad en algunos tipos de infecciones.
• Como todo medicamento, los antimicrobianos también tienen muchos efectos secundarios, algunos no tan desapercibidos como otros.
• Los antimicrobianos no sirven para cualquier enfermedad, cada uno está indicado de manera específica para alguna infección.

Y lo más importante, acude siempre a tu profesional de salud de confianza.

BIBLIOGRAFÍA:

• Proyecto Trabajando juntos para combatir la resistencia a los antimicrobianos – OPS, OIE, FAO.
• Semana mundial de concienciación sobre el uso de los antimicrobianos – OMS.
• Unidos para preservar los antimicrobianos – PAHO.
• Trabajando juntos para combatir la resistencia a los antimicrobianos – OPS
• Plan Nacional para enfrentar la resistencia a los antimicrobianos – MINSA

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